1. ¿Qué te hizo elegir la profesión de agente de policía?
El carácter de servicio público que tiene la función policial es una figura que encaja con mis aptitudes y forma de ser. Me incorporé al cuerpo de la Policía Local de València en diciembre de 2019 tras años trabajando de interino y concursando en oposiciones. De pequeño formé parte de los scouts y uno de los lemas que teníamos era dejar el mundo mejor de lo que nos lo habíamos encontrado, este espíritu de mejora y transformación hacia el bienestar creo que es el que me hizo tomar la decisión de ejercer como agente de policía. Tras años de experiencia profesional en diferentes ámbitos laborales, he podido llegar a formar parte de una gran institución como es Policía Local de València. Y la verdad es que realizo el servicio con ilusión y puedo intervenir directamente en la mejora de nuestra sociedad.
2. ¿Cuáles han sido tus experiencias con el suicidio en tu trabajo?
Mi primera experiencia en este tipo de situaciones sucedió poco antes del confinamiento. Estaba disfrutando de mi día libre, me fui a hacer deporte al monte y al volver a casa me encontré ante una situación muy delicada.
Al aproximarme me di cuenta de que la persona tenía la intención de suicidarse. Paré el vehículo tan pronto como pude y salí del coche para actuar y evitar tal acción.
Traté de mantener la distancia adecuada para no invadir su espacio y para que no se sintiera sorprendida, e intenté razonar con ella. Le pregunté su nombre y estuve unos minutos hablándole tratando de abordar la situación. Durante este tiempo me di cuenta de que la persona estaba conmocionada y atrapada en una situación de la cual quería salir, por lo que rápidamente le pregunté si me podía acercar y me dijo que sí. Me acerqué lentamente anunciándole todos y cada uno de mis movimientos para anticipar mis acciones. Cuando estaba a mi alcance, con la ayuda de otra persona que se encontraba allí, la levantamos y la pusimos en terreno firme y seguro. La subí a mi vehículo y la acompañé a la comisaría más cercana donde la asistieron y la acompañaron al hospital para que recibiera la atención sanitaria correspondiente.
Es una situación que te puedes encontrar en cualquier momento y es verdad que cada víctima exige de una respuesta distinta. En este caso se trataba de un problema psicológico y traté de abordarlo intentando comprender el fondo de la situación, que era su necesidad de terminar con el sufrimiento.
3. ¿Cómo lo gestionaste emocionalmente?
Tras la actuación llegué a casa repasando y analizando lo vivido. Somos profesionales con entrenamiento y preparación para gestionar las emociones que afloran tras sobreponerse a conflictos generalmente graves y duros. En estas ocasiones, es importante compartir las emociones y los pensamientos que nacen. Tengo personas de confianza a las que llamé inmediatamente para poder darle forma y perspectiva a lo vivido. Es fundamental relativizar las circunstancias y tratar de comprender tal comportamiento.
Tras conversar con ellos tuve muchos interrogantes en cuanto al intento de suicidio: ¿Cómo una persona joven puede llegar a planificar un atentado contra sí mismo?, ¿qué razones le habían llevado a aquel lugar?, ¿qué podía hacer yo para evitar estas conductas? Interrogantes que me llevaron a leer e informarme sobre este tipo de situaciones. Durante el confinamiento me preocupé de buscar información sobre esta problemática. Posteriormente, por casualidades de la vida, conocí el proyecto de La niña amarilla, una iniciativa que me parece muy valiente. Es necesario este tipo de proyectos que ayudan a hablar del suicidio y a cambiar la concepción que tenemos de este tipo de conductas.
Son situaciones que impactan en la línea de flotación de la estabilidad emocional de cualquier persona. En su momento actué gracias a que estamos preparados para ello, tanto para un final positivo como negativo. Y pienso que con la adecuada formación la actuación policial tiene más posibilidades de ser positiva.
4. ¿Cómo deben actuar las personas si encuentran un caso similar en la calle?
La gente no debe tener miedo a actuar y pedir ayuda inmediatamente a través del 112. El ciudadano ha de saber que hay personal especializado en este tipo de conductas como son policías, psicólogas/os, médicos/as, bomberos, etc. que saben cómo actuar. Es importante focalizar la intervención en la motivación, avisar a los servicios de emergencia y esperar a que lleguen.
No hay una actuación protocolaria única, ni soluciones infalibles. Llamar a los servicios de emergencia y exponer la situación debe ser el primer paso. Posteriormente considero que se debe observar e intentar comprender las motivaciones de tal conducta desde la distancia sin invadir su espacio. En el caso de solicitarnos ayuda, actuar en todo caso anticipando en voz alta y clara cada una de las acciones que vamos a realizar. Y en caso de tener a una persona en modo reivindicativo esperar a que acudan los servicios especializados es la mejor opción.
La decisión de actuar por parte del suicida o no actuar es su responsabilidad. Por lo general la persona suicida pretende salir de una situación de sufrimiento abrumadora que le lleva a tomar decisiones como quitarse la vida; intentar hablar con la víctima ayuda a que esta exprese sus pensamientos y pueda sentirse comprendida.
5. ¿Qué formación reciben los cuerpos de Policía en avisos de crisis suicidas?
Los cuerpos y fuerzas de seguridad tienen planes de formación continua en los que se trata la intervención con personas con problemas psicológicos. Gracias a ellas aprendemos a abordar la situación desde una perspectiva exterior al escenario donde están ocurriendo los hechos. Hay que entender a la víctima y mostrarle que podemos ayudarle en la situación que esta viviendo, dejar que exprese sus emociones y escuchar con serenidad y tranquilidad.
Por otro lado existen muchas iniciativas donde se puede implicar al/a la agente policial en la prevención de estas conductas. El otro día un compañero de la judicatura me compartía la idea de que se normalizaran las autopsias de cada muerte. De esta manera se podrían establecer las causas que han motivado cada uno de estos fallecimientos. Es decir, se podrían establecer medidas que abordaran tales causas ya sean legislativas, ejecutivas o judiciales. Hay ideas y hay inquietud por abordar la realidad suicida y creo que estamos en el punto de partida de un gran cambio.
Las instituciones locales están interesadas en abordar la problemática. La OMS ha puesto el énfasis en estos sucesos interpelando a las instituciones para que actúen mediante la prevención. Por ejemplo, en el Ayuntamiento de València se está llevando a cabo una formación específica en este ámbito. El objetivo es implementar las medidas necesarias para formar al cuerpo funcionarial en la prevención de la conducta suicida. Así, han puesto a disposición de la plantilla cursos monográficos, charlas y jornadas.
6. Sabemos que la Policía Nacional y la Guardia Civil tiene una de las tasas de suicidios más altos del país. ¿Qué opinas sobre este hecho y qué medidas se toman para evitar los suicidios dentro del cuerpo policial?
No soy quién para hablar de otros cuerpos policiales, ni tampoco tengo formación específica en el tratamiento psicológico. Sé que se han elaborado protocolos para la intervención en estas situaciones y que es un problema que preocupa a todo el colectivo. Por mi parte solo puedo destacar lo que Dolors Lopez nos transmitió el pasado 29 de octubre en una jornada para la prevención del suicidio, donde acudimos personal de seguridad y emergencias del Ayuntamiento de València.
Allí destacó que éramos un colectivo con alto riesgo de padecer alteraciones anímicas y que debíamos tener elementos de protección que nos ayudaran a superar estas circunstancias. Por ejemplo, es importante pertenecer a un grupo, bien una asociación lúdica, solidaria o social. También tener herramientas que contribuyan a la resolución de conflictos, tanto profesionales como personales. Por otro lado, tenemos que seguir formándonos en una mejor comunicación de nuestras emociones y pensamientos. Por último, e igual de importante, ser flexibles en las creencias que nos limitan para abordar mejor los desafíos.
A nivel institucional, el Ayuntamiento ofrece recursos donde poder acudir en caso de necesidad y es importante conocerlos. Hay que animar a los compañeros y compañeras a que pidan ayuda cuando la necesiten, al igual que al resto de ciudadanos, estamos en potencial riesgo y tenemos que cuidarnos unos a los otros. Tomar acción en aquello que nos sucede es un buen modo de avanzar para obtener el cambio.
Soy afortunado por haber coincidido con mandos que se encargan de generar un buen ambiente de trabajo. Que nos pregunten cada día cómo nos encontramos y si pueden hacer algo por nosotros es de valorar y agradecer.
7. ¿Por qué crees que se oculta este problema?
Son muchos los mitos que giran entorno al suicidio, el conocido como ‘Efecto Werther’ crea desinformación acerca de estas muertes. Creo que los principales factores del ocultismo son el miedo, la incertidumbre y el desconocimiento de esta problemática. Hay elaborados planes autonómicos para la prevención del suicidio que no son visibles en la sociedad. Hay problemáticas con menos impacto en la sociedad a las que se les da la respuesta adecuada para reducir sus efectos. Sin embargo, entorno al suicidio no se habla, según los datos de INE en el año 2019 hubo alrededor de 4.000 muertes en toda España. Esto quiere decir que más de diez personas cometen este atentado contra su vida cada día. La cifra es escalofriante y requiere de una intervención inmediata por parte de las autoridades.
Debe existir un plan nacional de actuación que implique a los diferentes agentes sociales para difundir, normalizar e intervenir en este tipo de conductas. También creo que la voluntad de la administración queda vacía sin personas que tomen la iniciativa para crear foros y espacios de dialogo entorno al suicidio, asumir tal responsabilidad por parte de las personas es el mecanismo adecuado para impulsar el cambio.
Desde mi punto de vista, hay una falta de responsabilidad por parte de la sociedad para abordar este problema. Tú bien sabes que hasta ahora no se habla del suicidio por miedo a que se extienda la conducta y es erróneo. Ocultar tales acciones hace que la gente con pensamientos suicidas se encuentre aislado y desconectado de la sociedad en la que vive. Este sentimiento de desconexión con el mundo no ayuda a recuperar a la víctima de tales pensamientos. Por todo ello, hablar y normalizar estas situaciones ayudan a entender y a prevenir estos planteamientos y conductas. Estaríamos posicionados en el ‘Efecto Papageno’
8. ¿Qué crees que podemos mejorar como sociedad para avanzar en la prevención del suicidio?
Estas acciones nos afectan a todas las personas directa e indirectamente. ¿Quién no conoce a alguien que haya tenido algún pensamiento suicida o que haya intentado acabar con su vida? Y la respuesta a tales acciones ha sido correr la cortina y no hablar de la situación.
No expresar las emociones que han generado tales acontecimientos puede provocar la reiteración de la acción y otros problemas psicológicos en familiares y amigos. Por ello, considero que visibilizar los hechos y hablar sobre lo que ha sucedido hace que las cosas tengan perspectiva y un contexto. Desde ahí se puede trabajar para que tales acciones sean aceptadas como pensamientos equivocados. Puede ser el punto de partida hacia el cambio, y con él desmitificar todas las leyendas que existen en torno al suicidio.
Somos una sociedad madura que cree en la igualdad y la libertad entre las personas. Se han hecho muchos avances en la calidad de vida, ahora debemos invertir en la salud mental de la ciudadanía. Hay que dotar de recursos que ayuden a invertir los pensamientos y emociones negativas, que en casos extremos desembocan en conductas como el suicidio.
El compromiso más grande de cada persona es el de vivir consigo mismo y superar las dificultades con las que se encuentra en el día a día. Hacerse daño o ir contra la propia vida significa no querer vivir con esa parte de nosotros/as que nos genera tales obstáculos. Con los recursos necesarios para abordar tales dificultades se podrían minimizar el número de suicidios.
La vida de estas víctimas importa y hay que tomar acción para protegerlas. Como reza un proverbio hebreo del Talmud: «Quien salva una vida salva al universo entero». Proyectos como La niña amarilla ayudan a salvar a la humanidad.
Tiene razón. Falta que se hable abiertamente. Que se conozcan las cifras. Que la gente sepa lo que pueden dejar atrás. Que si pones la palabra suicidio en internet no salgan fotos de como hacerlo, gente que cuenta que tiene ideas suicidas y que no encuentra soluciones. Que si pones suicidio salga ayuda, salga un número detelefono al que llamar, una persona que de verdad pueda ofrecer ayuda
Así es, Beatriz. Muchas gracias por tu aportación. Seguimos visibilizando el suicidio desde todas sus caras para prevenir más muertes. Un abrazo.
Un gran profesional vinculado a nuestro Dpto. De I+D+i, de lo cual estamos más que orgullosos. Además, una excelente persona en el plano personal. Es una suerte contar con él en el Cuerpo de PLV.
Un gran abrazo, Chimo
Tenéis mucha suerte de contar con Ximo en el departamento; bueno la tenemos todas las personas por el servicio que realizáis de apoyo a la población y, en concreto, en prevención de la conducta suicida. ¡Enhorabuena!
Excelente nota, precisa y con una experiencia que nos sirve a todos ante este flagelo que es el suicidio. Conocí a Ximo durante el camino dé Santiago, me siento bendecida de coincidir con el gran hombre que es y un mejor profesional.
Gracias por compartir, Miryam. Nos sirve mucho la aportación de Ximo y necesitamos estar unidos/as en la prevención del suicidio. Un saludo.